El verdadero “Iron Man”

Cuando a Stan Lee, quien fuera en vida el genio detrás de todo aquello que lleve la marca “Marvel”, se le preguntó qué actor le hubiera gustado para interpretar a Iron Man, dijo sin dudarlo: “(Robert Downey Jr.) nació para ser Iron Man”. Y así pareciera ser.

La farándula corre por las venas de Robert. Hijo de un cineasta y una actriz, desde niño sabe lo que es estar en un set de grabación de una película. Pero a su vez, también a temprana edad sabe lo que es consumir drogas. Su padre, drogadicto, le indujo al consumo de mariguana apenas a sus 6 años.

Su primera oportunidad en Hollywood llegó en 1983, siendo nominado pro primera vez al Globo de Oro y al Oscar en 1990 por su interpretación en la película “Chaplin”. Sin embargo, con el éxito, llegaron los excesos. Adicción a drogas como la cocaína y portación de armas, le valieron varios arrestos e incluso terminó pasando tiempo en prisión en 1999. Sus problemas con la ley le hicieron perder papeles importantes y no ser considerado por ningún director de Hollywood. Robert había tocado fondo.

Robert tomó la decisión de retomar su carrera, y obtuvo un par de trabajos gracias a su amigo Mel Gibson. Sin embargo, su verdadero regreso al cine se dió cuando en 2006 fue elegido, no sin polémica, para interpretar al “genio millonario playboy filántropo” de Marvel Studios, que, por cierto, tampoco pasaba por buen momento. Habían vendido a sus personajes más populares: Spiderman ahora era de Sony, y los “Fantastic Four”, junto con los “X-Men”, ahora pertenecían a 20th Century Fox. ¿Que les quedaba?. Crear lo que ahora conocemos como el MCU, que era algo poco usual en el cine.

Y con este casting, Robert Downey Jr. se convirtió en Tony Stark.

Y si hablamos de un “joven millonario que llevaba una vida de excesos, el cuál sufrió un evento muy traumático le hizo tocar fondo, darse cuenta que lo que estaba haciendo hasta el momento no era bueno y decide corregir el rumbo”, esa descripción encaja tanto con Tony Stark, el personaje, como con Robert Downey Jr., el hombre tras el personaje. Y es que es por eso que él es el actor más indicado para interpretarlo: no solo se parece físicamente, sino en propósitos, en acciones. Robert ha hecho suyo el personaje, ha colaborado incluso escribiendo algunos de sus diálogos e improvisando. Aquella icónica escena al final de la película, donde, en conferencia de prensa, dice “I’m Iron Man”, fue totalmente idea suya. Y su influencia el el MCU es notoria. Robert insistió e insistió para que su personaje Tony Stark estuviera en “Captain America: Civil War”, cobrando la friolera cifra de 40 millones de dólares, argumentando que con su personaje la cinta recaudaría mucho mas. Y bueno, los 1000 millones de recaudación de taquilla, y los fans contentos por ver “Avengers 2.5” le dieron la razón. Recuerdo el comentario de un youtuber por ahí que decía que “Robert Downey Jr. ya era parte del mobiliario de Marvel Studios”

Robert comentó en una entrevista que, después de Iron Man, su teléfono no paraba de sonar de llamadas de directores que pretendían tenerlo en sus filmes. Y en una de esas, volvió a ser nominado al Oscar por su papel en “Tropical Thunder”. Y pudo haberlo ganado, si no hubiera estado en la misma terna que el “Joker” de Heath Ledger… Nada más que decir…

¿Las personas merecen segundas oportunidades? Robert Downey Jr. recibió una segunda, tercera y hasta cuarta oportunidad. Maduró y estabilizó su carrera y su vida personal, y se ha ganado a pulso un lugar entre los fans de Marvel. Errores los cometemos todos, y todos merecemos una nueva oportunidad. Y hablo por mí mismo. Pensar que “si hoy eres malo, serás malo siempre” es muy simplista. Hace falta voluntad, sí, es cierto, pero el arrepentimiento y la redención son reales.

Mi inspiración para este post fué este video del canal “The Top Comics”, un muy buen vlog de comics y super héroes. Si eres fan de este género, te recomiendo ver sus videos.

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